viernes, 30 de marzo de 2012

Pequeña reflexión: Los hombres de bocota veloz

La situación fue en la cola de un banco. Él, un antiguo conocido mío que nunca percató que yo estaba en la fila, lo cual me permitió oficiar de observadora-escuchadora-participante (¿?). Escuchadora no porque sea una chusma, sino porque su conversación tenía un volumen considerable (y las filas del banco son cada vez más estrechas). A su lado, la que parecía ser su compañera de trabajo. El caso: un hombre de bocota veloz.

Hombre de Bocota Veloz (sust. masc. sing.)/ Dícese de los machos de la raza humana que se creen más pistolas, piolas, genios y cancheros si cuentan: a-cuántas minas se comieron; b-cómo le mintieron a su novia para irse el fin de semana con amigas y amigos; c-por qué una chica está "muerta" con él y él lo va manejando porque "ahora estoy ocupado pero sé que si quiero me la bajo"; d-todas las anteriores (que vendría a ser algo así como: "me estoy comiendo 4 minitas porque le dije a mi novia que me voy el finde con un amigo y es mentira. Y no me como más porque no quiero").

Estos hombres no abundan pero, claramente, no escasean en las pampas del hoy. Lo que sí parece escasear en ellos es la gracia, la inteligencia, la perspicacia y la realidad.

Este espécimen en particular, estaba orgulloso de no haberle dicho a su novia que se iba a la costa con 3 amigas y 2 amigos ("y encima somos justo 3 y 3, je je je" - léase con voz grave y boca semi abierta) y "una ya me dijo 'te quiero dar' pero yo ya le dije 'es tarde' así que veremos" (seguimos leyendo con voz grave). Una, que es de otro género de la misma raza (o eso parece a priori), no entiende mucho a este tipo de hombres. No entiendo por qué si son taaan capos, no le dicen a su pareja la verdad y se la bancan. Aparte, Bocota, hoy hay Facebook, blog, celulares con cámara: las mentiras tienen patas muy cortas. De todas formas, esto es algo de él y su pareja en particular pero me hizo reflexionar sobre esta clase de hombres.

Todas y cada una de nosotras se topó/está/estará con alguno de estos lindos ejemplares. A mí me pasó. ¡Vaya si me ha pasado!. Era un prototipo de esos que, mirando atrás, decís "¡no lo puedo creer y con todo lo que me gustaba este pibe! ¿Qué fuerza me tenía abstraída en ese momento?" Cuando llegó a mis oídos "che, el Señor X está diciendo que está saliendo con vos, que en realidad no quiere mucho pero que vos lo buscás", me dije: "¡Cuidado, Laura! Llegó el día: te has topado con un HBV (Hombre Bocota Veloz) y puedes salir lastimada. Córrete". Y así lo hice. Y por suerte lo hice. Y que bueno que lo hice.

La pregunta del millón es ¿qué ganan? ¿En verdad piensan que se ven sexy así? ¿Quedan realmente más cancheros ante una mujer? ¿Ante otro hombre? El resto de sus amigos, ¿cree en sus andanzas? ¿Es uno más canchero si miente? ¿Realmente se ahorra problemas? ¿Por qué se hacen cargo de lo que uno hace y listo?

Creo que la última pregunta es la más difícil de contestar. Mis saludos a los HBV que se inventan una nube de apariencias. Quizás jactarse de lo que uno "quiere ser" los consuela de no serlo en absoluto. Si tenés que aparentar que sos canchero: no sos canchero. Si tenés que aparentar que sos feliz: no sos feliz. Hay que hacerse cargo de uno: sin aparentar, sin pretender, sin mentirse. Con lo que se hace bien, con lo que se hace mal, con lo que no se hace. Si vos ya sabés lo que deseás: hacete cargo. Vas a ver como todo fluye. Difícil mi misión es, pero imposible no”, Master Yoda.