lunes, 21 de mayo de 2012

Crónica no tenía razón (por ahí que Fabio Zerpa, no sé)

Cuando llega el 25 de mayo se me vienen 2 cosas a la cabeza: los pastelitos de membrillo de mi mamá y que se me viene otro cumple. Esta vez será mi cumple número 31.

Si bien hay bastantes días entre la fecha patria y mi natalicio, comienzan a rondar en mi cabeza preguntas como: ¿Hago pizzas ese día o fiesta el finde? ¿Y si mejor este año no festejo? ¿Por qué no cumplo 19? ¿Si prendo las 31 velas a la vez se dispara la alarma de incendios? ¿Debería comprar una alarma de incendios? ¿El seguro me cubre el plasma? ¿Pagué el seguro? Una detrás de la otra, cuál Soldán en el Ping Pong (lo cual genera, a su vez, la pregunta: ¿posta tenés que citar a Silvito en una nota?). Además, como soy ansiosa hoy que es 21 ya empiezo a pensar en el 25.

Por un lado se me vienen mis cumples pasados. El de los 4 años, en el que la pitufina-tamaño-animadora-de-fiestas pudo haber generado mi confeso y raro miedo a los innombrables seres azules. El de mis 16 en Uruguay en donde yo "era nueva". El de mis 25 en el que me creía grande. Todos tuvieron algo en común: el 25 de mayo y el polvito de hadas en el aire (esto último lo hablamos otro día, concentrémonos en el 25 de mayo).

Tengo la inefable costumbre de contar los días previos, de pensarlos, de reflexionar en lo que viene, en lo que se va, en lo que queda. Con la escarapela y el himno (y más chica: con el guardapolvo especial para los actos y la escarcha porque ese día se iba a la mañana a la escuela), el 25 de mayo trae mi cuenta regresiva. Como Crónica anuncia el verano recién comenzado el invierno; el 25 prende un cartel de "Faltan 17 días para tu cumpleaños" en mi cabeza.

  • Día 17: Los pastelitos están increíbles. Cumplís 31. Mejor decí "veintionce". No, no. 31. Si estás espléndida. Casi no se nota que tenés 6 kilos más que a los 25. Y como 6 jeans menos. Tiralos. Los guardás al pedo, no te van a entrar más. No, no los tirés así los tenés como objetivo.
  • Día 16: Los doy a la parroquia. ¿Si le digo a cura párroco "Padre, le entrego estos jeans que son más que ropa, son una meta. Son jeans aspiracionales", me va a mandar 3 Ave María, 2 Padre Nuestro y a la mierda?  
  • Día 15 y 14: Ya fue. Lo festejo. Es un día al año que es MI día. Tiene que ser especial. Pero quizásssss lo hace especial un festejo distinto, ¿no? Ya fue este año agarro el auto y me voy. Me voy a no sé: Gualeguaychú. A encontrarme, a reflexionar sobre mí, sobre mis sueños y mi vida. 
  • Día 13: O a Lobos. O Córdoba. Sola. A conocerme y a premiarme.
  • Día 12: ¿Gordo, no querés ir conmigo de viaje? Y no séeee, a Lobos. Hay laguna en Lobos.
  • Día 11: No quiero ir a Lobos. Creo que quiero hacer unas pizzas. Tranqui, sólo para los íntimos.
  • Día 10: Evento en Facebook: "Las Pizzas del 31". 40 asistentes. No. No tengo sillas.
  • Día 9: 31 años. No somos nada. Un día estás jugando al Family Game y al otro ¡zas!: Playstation. Todo pasa tan rápido. Quiero atesorar cada momento. Voy a vivir el día a día. ¡Carpe Diem! Voy a estudiar Yoga. Y también Mecánica General del Automotor. ¡Todos los días como único!
  • Día 8: No me dan los horarios. Mejor dejo Mecánica que nunca empecé y yoga me da como lento. Voy a estar ahí respirando cuando debería estar haciendo pizzas y freezando porque me queda nada para el cumple...poco más de una semana.
  • Día 7, 6 y 5: "No no sé, si voy a estar en casa pero una pizzas... No hice nada pero ya le dije a mi vieja que me haga una chocotorta o el Tiramisú que le sale rico. Por si cae alguien."
  • Día 4 y 3: 31 años:  ¿31 años y qué hice? ¡¡¿Eh?!! Federer cumple 31 en agosto. 3-1! Igualita, i-gua-li-ta! 
  • Día 2 y 1: Los 31 me estan pegando bien: estoy muy bien. Miro para atrás...¡todo lo que logré! ¿Te acordás cuando tenías miedo de ir a la facu porque no conocías a nadie? Los años me están dejando alegrías. Ya fue. No hago pizzas. Le pido a Mirta.
  • Día 0: Polvito de hadas. Es mi cumple.

La cuenta regresiva cambia según los años. Hay actores que a veces no están, nuevos contextos. Yo  cambio. La constante de la cuenta regresiva es la cuenta regresiva en sí. En eso no cambio. Tengo la inefable costumbre de pensar. Por un lado, es como que mi cumple dura muchos días y está bueno. Con lo ansiosa que soy me doy todo ese tiempo para un día solo. Increíble. Con lo rápido que todo va, con lo rápido que se va todo. Tengo ganas que un día dure una semana, dos semanas. Un siglo. A veces quisiera no crecer y a veces estoy tan contenta de hacerlo. Por otro, son 17 días perdidos en uno solo. 17 contra 1. -17. Eso no está bueno.

Crónica cuenta los días que faltan para el verano pero no debe disfrutar el invierno. Yo también quiero contar los días porque quiero guardarlos a todos. Es cursi, ya sé. Pero 1 día a la vez. Este 25 de mayo...ya veré.