miércoles, 19 de noviembre de 2014

Cómo controlarse cuando no se controla nada

Muchas veces escuché frases como "esto está más allá de mí" o "más que esto no puedo hacer". Y son lógicas. Mi pregunta (algo tonta quizás) es: ¿Es que alguna vez tenemos algo 100% controlado? ¿Alguna vez hay algo no está "más allá" de lo que podemos hacer?

Hágase la siguiente prueba: Llénese un vaso de agua, póngalo sobre la mesa y prediga dónde caerá el agua si esta es derramada. Ahora tire el vaso. 

En su afán de controlar las cosas, seguramente lo volcó intencionalmente para que el agua recorra el camino que usted tenía en la cabeza. Y está muy bien. Creo que la clave es nuestra intención. 

Sin embargo, además de ese sendero debe haber llegado a lugares de la mesa que no predijo (y hasta quizás le mojó la base del control remoto sin querer - no se preocupe, los controles remotos se bancan hasta dos Tang por cena si hay niños).

El punto es: nunca, jamás, aunque queramos con todo nuestro ser, aunque nos esforcemos al máximo, vamos a poder controlarlo todo. 

Hay cosas que se nos escapan, que están manejadas por algo que se llamará destino, karma, ciencia, Obdulia, Rebeca. No sé. Como quieran que se llame. 

Un viaje que se frustra, una pérdida, una receta que no salió, un análisis que dio mal. Podemos controlar las acciones que siguen después a esto, sin embargo, ahí mismo se abrirá un mundo nuevo de cosas que tampoco controlaremos.

Entonces, ¿cómo controlarnos a nosotros mismos cuando sabemos que no tenemos el control? ¿cómo manejamos nuestra frustración de saber que somos sólo una variable más? 

Tips para controlarse cuando no se controla nada
  1. Respire.
  2. Deje que la naturaleza haga lo suyo.
  3. Viva.
¿Qué hacer para ayudar al que no está pudiendo controlarse al ver que no puede controlar nada?
  1. Respire.
  2. No le lea estas instrucciones. No las va a entender, no le van a importar.
  3. No le de más órdenes como "relajate". Tampoco lo va a entender.
  4. Váyase. 
El "no-controlador" luego entenderá que usted sólo quiso ayudarlo porque lo quiere mucho y vendrá con un "gracias" o un "tenés razón" bajo el brazo.

Podemos tirar intencionalmente el vaso para que moje cierta parte de la mesa, podemos esforzarnos porque nuestras vidas tomen un camino y no otro, podemos tomar decisiones que inclinen tal o cual balanza. Pero, de algún modo, siempre hay un imprevisto, un factor, un algo que no podremos controlar. 

Y eso nos frustra, nos da impotencia, nos entristece. Porque a veces, aunque pongamos mucha fuerza, mucho coraje y mucho amor, hay cosas que no podemos cambiar, ni torcer, ni olvidar. Y nos duelen. Y nos dolerán. "¿Por qué me pasa esto? ¡Si yo hice todo lo que pude! ". Y está muy bien que lo hayas hecho.

Quizás cuando ese algo suceda y nos cambie los planes, simplemente haya que seguir las instrucciones. Y mientras dejamos que la naturaleza haga y continuemos viviendo, sea importante recordar que hicimos todo lo que pudimos hacer. Y tener paz.

Se que estoy haciendo todo lo que está al alcance de mis manos, de mi panza, de mis posibilidades. Obdulia, el resto es todo tuyo. Voy a empezar por respirar.