Con otras fiestas que están fuera del círculo más chico de tus amigos (llamémoslo "del primer cordón"), te arreglás rápidamente: llamás a tus amigas, pedís un vestido prestado y listo. Pero cuando la que se casa es del primer cordón, te das cuenta que TODAS ya pasaron por el vestido azul a pintitas blancas y faja roja y que no está bueno que rotemos esta vez. Hay que comprarse un vestido nuevo.
De los creadores de "comprarse un jean es lo más complicado del mundo" y de los Productores de "Hay 1 vendedora insoportable cada 5 negocios" llega: "Me tengo que comprar un vestido de fiesta".
Una no se compra un vestido: una se compra un momento. Pienso en esa fiesta y me veo: luces, bola de espejos y yo. Yo con EL peinado de diosa total: rulos pero sin frizz, volumen controlado, corto pero largo. Yo con EL maquillaje: fumé negro en los ojos, ¡morocha argentina total!. Yo con EL vestido: Ese que en la foto de mi cabeza es negro-violetáceo o quizás verde manzana, strapless-con-mangas-que-me-tape-el-brazo, ancho para disimular los canapés que vendrán pero ajustado para que me marque el cuerpo. El vestido perfecto: flashes, la noche, Teté. Una princesa. Él, mi príncipe. Y si no hay él, todos caerán rendidos igual: ¡¡¡a ver con este vestido, es más que obvio!!! Una no tiene demasiadas ocasiones para vestirse de gala (este año no voy a la cena de Fundaleu, ni a la entrega de los Martín Fierro y todavía no recibí la entrada al Oscar 2012 - creo que es el Correo que anda mal), así que hay que romperla.
Entonces un día salís a buscarlo: es simple tenés todas las características en la cabeza (¿?). Vas mirando la vidriera con ese "momento" en tu cabeza...y no lo encontrás. Son muy ajustados, muy sueltos, muy poco escotados, muy escotados, muy de feria, muy caros, muy sirena, muy largos, muy cortos. Te probás, te probás y nada.
Piedras en el camino
Al hecho de no encontrarlo se suman personajes de libro que hacen la tarea menos grata:
- La vendedora "copada": te pido por favor que dejes de decirme "este disimula el rollo" porque estás haciendo que repare en un rollo que todavía no había visto.
- El modelo de moda: Se usa corte sirena, escote corazón y de seda....y toooooooooooodos son así. ¡Y yo quiero otro porque no me interesa la moda, diseñador! Además, sabés que corrés el riesgo de que haya otra con el MISMO vestido.
- La anti-vendedora: - "¿Cuándo tenés la fiestita?" - ("Fiestita", pensás. Es super importante, nena.) - "En noviembre", le contestás. -"Ah, entonces vení más cerca de la fecha porque ahora no podés probártelo: nosotros cuidamos el vestido", te dice. ¡¿EH?!
- La vendedora que más te conoce: te va mostrando ella vestidos según su criterio de lo que te puede quedar bien. Yo quiero pasar percheros y percheros y entrar con muchas perchas al probador.
- Tu humor del día: no vayas si estás en esos días. En serio te lo digo. Mirate una comedia romántica comiendo chocolate pero no vayas. En serio te lo digo de nuevo.
- Las teenagers: A ellas les queda bien la flor rosa en el vestido de primavera-verano 2012. A vos... ponele.
- Las teenagers 2: ¿Tan cortos tienen que ser los vestidos?
En fin, hay muchos palos más y como encontrar ese "momento" lleva más tiempo de lo que creés, me pongo a teorizar sobre la compra de un vestido. Llevar lo empírico a la teoría aclara los pensamientos y te lleva a conclusiones racionales, certeras, profundas y sanas. La realización de una planificación pensada hace que luego encontrar ese "momento" sea mucho más sencillo. Es por eso, que me propuse pasar mis pensamientos a unas instrucciones simples que nos sirvan a todas las que alguna vez nos vimos en esta situación. Y aquí están:
Instrucciones para comprar un vestido de fiesta
1- Que todo te chupe un huevo, total después del carnaval carioca vas a terminar transpirada, en patas, con el maquillaje corrido y feliz. Fin.
A partir de este momento voy a seguir las instrucciones y procurar que ese momento de princesa, diva total, las luces, EL maquillaje, EL peinado, EL vestido se vean a simple vista en mi a veces de moda, blanca, amplia y escotada sonrisa.
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